A la hora de emprender cualquier negocio hay que partir desde un inicio. Así, una empresa se puede entender como la materialización de la idea de un empresario. En toda actividad empresarial hay dos elementos básicos que resultan imprescindibles:

Primero hay que tener claro ¿Qué es lo que se quiere hacer?, es decir, qué proyecto de negocio tenemos. A ello se suele llegar por dos caminos distintos: se nos ocurre una idea de negocio nueva, original, que no existe en el mercado, que nos llevará a abrir nuevos mercados, nuevas necesidades, etc. o bien algo ya existente en el mercado.

Hay que tener en cuenta que tanto un camino como el otro, no nos aseguran el triunfo, el mayor éxito de las empresas es la calidad en el servicio o producto que se ofrece, la constancia y la diferenciación de dicho producto con la competencia y, por supuesto, la capacidad empresarial de cada persona.

Una vez elegido el sector de actividad y la idea empresarial, debemos de hacernos algunos planteamientos previos a la hora de emprender un negocio, que nos permitirán tener una mayor fiabilidad la hora de elegir la ubicación del local, la forma jurídica que debemos de adoptar según el riesgo y la inversión que queramos hacer, y algunos factores de éxito y fracaso que nos conviene saber para poder evitarlos o aprovecharlos entre otros aspectos, en un entorno tan cambiante como en el que nos encontramos.

Es fundamental que usted realice un estudio de mercado y compruebe si su idea empresarial es viable técnica y económicamente, y tiene posibilidades de expansión en el futuro. Deberá conocer si su empresa esta bien financiada, calcular su margen comercial, realizar una buena estimación de compras y ventas, ingresos y gastos, según el mercado analizado, la población, la situación del local, la competencia etc. Para ello le ofrecemos una amplia guía de ¿Qué es un Plan de Empresa-Viabilidad?.